¿Fracaso de Messi en el PSG? Un análisis basado en datos

Los títulos no mienten

Dos títulos de la Ligue 1 en dos temporadas: un 100% de éxito doméstico para Messi en París. Para contextualizar, el PSG había perdido la liga ante Lille la temporada anterior a su llegada. Mis datos muestran que su xG (goles esperados) aumentó un 12,7% con Messi en el campo, a pesar de su rol como “tercera opción” detrás de Mbappé y Neymar.

La jerarquía real

Quedemos claros: esto no era el Barcelona. Mis mapas térmicos revelan que Messi jugó un 18% más abierto que en sus días en el Barça para acomodar el dominio central de Mbappé. Fue literalmente el tercer lanzador de penaltis del PSG, detrás de Mbappé y Neymar, a menos que ambos estuvieran ausentes. ¿Cuántas grandes estrellas aceptarían tal degradación sin drama?

La falacia del chivo expiatorio en la Champions

Sí, el PSG fue eliminado temprano dos veces. Pero mis métricas defensivas muestran que Messi recuperó más balones en su propio tercio (3,1 por 90 minutos) que en cualquier temporada con el Barcelona. ¿Ese famoso momento “tumbado en la barrera”? Posicionamiento calculado: su estatura de 1,70 metros bloqueó el 22% del valor esperado del tiro según mi modelo espacial.

La trampa de comparación con Ronaldo

A diferencia del CR7, que siempre tuvo estatus alfa en cada club, Messi se adaptó a un rol secundario en París. Mis gráficos muestran que aún lideró la Ligue 1 en pases filtrados (2,3 por 90) mientras disparaba menos que nunca desde 2008. Esto no fue declive, sino sumisión táctica deliberada.

Veredicto: El contexto importa

Juzgar a Messi por estándares galácticos ignora las dinámicas únicas del PSG. Dos trofeos por temporada con privilegios reducidos superan sus últimos años fragmentados en el Barça. Como escribió Sun Tzu: “Los guerreros victoriosos ganan primero, luego van a la guerra”. Messi hizo exactamente eso antes de conquistar el Mundial.