Pogba: ¿Saudi o Europa?

La espera es real

Cortemos el ruido: Paul Pogba no se apresura. A los 32, tras un castigo por dopaje reducido de cuatro a 18 meses, está técnicamente libre… pero ninguna club lo ha fichado. Ni siquiera Mónaco, que lleva dos semanas hablando con él. Está sentado en las gradas como un jugador de póker de alta mesa… esperando una última jugada.

¿Qué hay en la mano?

Según Foot Mercato, el verdadero protagonista es Arabia Saudí, especialmente Al-Hilal o Al-Nassr, aunque también se menciona Al-Ittihad —no, espera— es Al-Hilal y Al-Nassr quienes rondan. Pero el nombre más grande citado es Jeddah United, que ni siquiera tiene director deportivo aún. Sí, nadie al mando, sin presupuesto… pero ya susurran promesas.

Esto no es estrategia: es desesperación con hojas de cálculo.

Los números no mienten (pero mienten)

Desglosé esto con mi índice propio Space Utilization Index (SUI): cuando un jugador como Pogba tarda más allá de cualquier plazo realista, solo hay una explicación—su poder negociador explotó. Sabe que su valor va más allá de estadísticas; incluye marca personal + visibilidad global + aura FIFA.

Mónaco ofreció dos temporadas por unos 5 millones anuales—no mal para la Euroliga media—but Pogba quiere más que salario. Quiere impacto histórico y exposición mundial. Y solo los clubes saudíes pueden prometer eso… en teoría.

¿Los números? Silencian si aceptará menos dinero por prestigio… o si ese prestigio le costará la carrera.

¿Por qué no Marsella?

Marsella estuvo caliente al principio—sobre todo porque son rivales directos del Mónaco—and hubo conversaciones firmes. Ahora… territorio frío.

¿Por qué?

Porque el fútbol se construye sobre confianza—y esta se evapora cuando llegas tarde… especialmente si lo haces esperando a otro que dé el primer paso. La ironía? Marsella sería tácticamente mejor ajustada—a su mediocampo le encajaría como un guante—but la química emocional no se traduce en papel. Igual que Ortg vs Drtg no siempre predice victorias cuando la moral colapsa.