¿Por qué caen los grandes equipos?

La ilusión del estatus elite

Ellas llaman ‘potencial’. Dicen ‘los equipos top no pierden’. Pero observa bien: los números no mienten.

En B-group, Seattle (MLS) va a 2–0 tras dos partidos, 14º en su liga. París Saint-Germain (Ligue) lidera con 3–0, segundo lugar—pero ambos colapsan bajo la misma presión invisible.

Esto no es sobre mal entrenamiento o fatiga. Es sobre decadencia estructural.

La ilusión de la ventaja local

Los estadios de la Costa Oeste no garantizan dominio. Tampoco lo hace una transferencia de 100M €.

Récord local de Seattle: 4 victorias en 5 partidos—luego colapsan en partidos fuera. Forma externa de París Saint-Germain: 5 victorias en 6 partidos—mientras su liga doméstica se estanca en ⁷⁶⁄₃₈.

El estadio no es el arma. El sistema lo es.

Los datos no mienten—las personas sí

Porto vs Kairo: ambos equipos a 1 punto. Dos ligas, una lógica: la liga de Portugal tiene ⁷¹⁄₃₄; la de Egipto, 39/17—misma calidad, distinto contexto. ¿Mismos datos? No. ¿DNA diferente? Sí.

El sistema recompensa estructura—not espectáculo.

¿Por qué importa más el séptimo partido?

El séptimo partido no es azar—es una prueba de estrés para la podredumbre institucional. Cuando un club cae del topo al fondo a través de continentes? No significa que son débiles—significa que su arquitectura está obsoleta. El entrenador no fracasó. El sistema sí.