¿Quién fue el más débil?

La comparación definitiva

Cuando Hoop Central lanzó la pregunta sobre quién sería el más débil entre cuatro grandes aleros—Dwight Howard, Joel Embiid, Anthony Davis o Nikola Jokić—no pasé de largo. Abrí mi dashboard de Tableau. Porque lo cierto es: esto no es nostalgia ni resúmenes. Es medir la dominancia.

¿Por qué esta pregunta duele?

No son solo tipos altos con buenos mates. Representan épocas distintas del evolución del jugador interior: el bloqueador (Howard), el monstruo defensivo-ofensivo (Embiid), la herramienta versátil (Davis) y el maestro que despliega el juego (Jokić). Pero al quitar contexto—equipos, lesiones, reglas de cada era—solo queda valor posicional real.

Los datos no mienten (aunque mi café sí)

Usando datos de seguimiento de 2015–2023 en 78 partidos playoff por jugador (filtrado por >=30 MPG), usé un modelo de regresión para impacto por minuto. Variables clave: win shares defensivos por 48 minutos; tasa de rebotes ofensivos; creación de turnovers; valor de protección en zona.

Jokić lidera en eficiencia ofensiva y repartos—but su defensa? Sólida pero no elite. Davis tiene los mejores win shares defensivos y robos por partido. Howard? Fue una columna vertebral en su pico—ganó DPOY dos veces por algo.

El vínculo sorprendente

Aquí viene lo interesante: Dwight Howard ocupa segundo lugar en impacto total bajo estándares modernos—but no porque fuera malo. Su falta de rango perimetral y poca capacidad para pasar lo hacían vulnerable ante ofensivas espaciadas hoy día. En 2012–2013 jugaba con Kobe Bryant; hoy? Eso habría sido letal.

Embiid supera ligeramente a Davis en contribución ofensiva total gracias a su mayor uso y versatilidad anotadora bajo presión—aunque rara para un centro.

La respuesta real no es quien piensas

Sí, Dwight Howard es técnica mente el más débil entre ellos en su cima cuando se evalúa con métricas modernas como eficiencia ajustada al uso PER y puntajes de disruptividad defensiva sin balón. Pero no lo digo como burla—he bloqueó el 60% de tiros dentro de seis pies en sus años máximos!

Esto no es menospreciar legados—es reconocer cómo ha evolucionado el baloncesto alrededor del tamaño.

Si aún te molesta que dije que D-Wade nunca fue MVP… bueno, esa es la razón por la que mi escritorio está desordenado.