No heredan los Lakers

El fideicomiso que rompió las líneas sanguíneas

Llevo años analizando modelos de propiedad en la NBA, y este es puro genio—y extremadamente práctico.

Jerry Buss no solo construyó una dinastía campeona. Creó un fuerte institucional. Al morir en 2013, aseguró que sus seis hijos no pudieran heredar acciones como si fueran reliquias familiares. Sin testamentos. Sin transferencias automáticas.

En su lugar, toda la propiedad pasó a un único fideicomiso superviviente—lo que Dan Woike llamó el ‘modelo único de perpetuidad’. Si un hermano muere, su parte no va a sus hijos: se redistribuye entre los hermanos vivos.

No es emocional: es matemático.

Por qué esto importa más de lo que piensas

La mayoría de los equipos son propiedad de familias que transfieren acciones como vino viejo. Pero aquí no.

El sistema Lakers evita que ningún hijo de un dueño actual asuma el control automáticamente—aunque se llame igual que su abuelo o haya crecido en las gradas.

No es gobernanza basada en nostalgia: es diseño anti-dinástico.

Y ahora, con una valoración de $10 mil millones en juego, esta regla se vuelve aún más crítica. Vender requiere aprobación mayoritaria—no una sola firma.

Nada de ‘venderle a mi hermano’ ni ‘mi hijo debería dirigirlo’.

La pelota está en manos del consenso—and el consenso es difícil cuando hay cinco hermanos con visiones y cuentas bancarias distintas.

Un sistema hecho para rendición de cuentas, no para legados

Soy claro: el legado no tiene cabida en las valoraciones modernas del deporte—pero muchos dueños actúan como si sí tuviera.

Hemos visto lo que pasa cuando la riqueza se transmite sin cuestionamientos: decisiones estancadas, malos contratos, lealtad por encima del rendimiento. Mira cualquier liga donde la propiedad permanezca con una misma sangre durante generaciones—los mismos problemas vuelven.

Pero aquí: el sistema exige transparencia. Cada propuesta de venta debe debatirse públicamente dentro del comité del fideicomiso—ningún trato tras bambalinas permitido.

Incluso si los seis hermanos están de acuerdo en vender… necesitan al menos cinco votos para aprobar cualquier cambio en el control.

No es burocracia: es defensa contra decisiones catastróficas bajo presión emocional.

Sí sé que algunos aficionados gritarán ‘esto mata la tradición’. The verdad? La tradición no se preserva por linajes—se preserva por resultados, relevancia y buena gobernanza. Los Lakers ganan porque ejecutan—no porque su ADN diga que merecen liderar.

Los datos superan al sentimiento siempre

Para dejarlo claro: ninguna evidencia apoya liderazgos impulsados por emociones en deportes profesionales hoy. Los activos más valiosos ya no se heredan—they are earned through data-driven decisions in player acquisition, fan engagement tech and media rights strategy. The leap from \(2B to \)10B in 20 years wasn’t due to legacy—it was driven by smart monetization models backed by real-time data and digital expansion plans only now emerging across leagues like the NBA and Premier League.. The trust model ensures these decisions stay objective—not clouded by family loyalty or emotional bias that often derails long-term planning.. In short: this isn’t cold-hearted rules—it’s climate control for long-term survival.. So next time you hear someone say “the family owns it,” remember: it’s not about lineage—it’s about logic.